La accesibilidad se está abriendo paso (nunca mejor dicho) en todos los ámbitos del día a día. Teniendo eso en cuenta, ¿por qué no aplicamos la misma tendencia para facilitar la vida de nuestros mayores?
Dentro de una vivienda, la mayor complicación a la hora de adecuar las instancias a las necesidades de la gente con problemas de movilidad suele ser el baño. Las actividades que se realizan dentro de él y la composición de estos hacen del aseo un reto.
Para hacerle frente a estas complicaciones os traemos una serie de ideas que facilitarán la movilidad.
¿Qué cambios podemos hacer para hacer nuestros baños más accesibles?
Ducha a ras de suelo
La ducha es el elemento clave de un baño en estos casos. Hay que tener tres puntos en cuenta a la hora de adaptarlo: accesibilidad, espacio y seguridad. El plato de ducha tendrá que quedar lo más cercano al suelo posible para garantizar el acceso en caso de necesitar una silla de ruedas. De la misma manera, la ducha tiene que tener espacio suficiente para poder moverse debido a la ayuda de una tercera persona. Por último, cuanto menor sea la diferencia de altura entre el plato y el suelo, mayor será la seguridad de entrada y salida.
Baldosas antideslizantes
Conectado al punto anterior, el suelo de la ducha tendrá que tener ciertas características para evitar resbalones. Existen dos opciones para ello. Por un lado, el plato necesitará estar hecho de un material antideslizante. Por otro lado, y una opción más económica, será optar por un suelo de baldosas. Estas tendrán que ser pequeñas y con grandes juntas para aumentar la seguridad.
Asideros
Para minimizar aún más los riesgos en el momento crítico que es el acceso, los asideros juegan un papel fundamental. Estos tienen una doble función. Dan un punto de apoyo a los usuarios en momentos de movilidad y ofrecen un lugar donde agarrarse en caso de inestabilidad. En el peor de los casos, también son útiles para volver a incorporarse después de una caída.
Asientos dentro de la ducha
En las situaciones más extremas, es necesario el uso de asientos dentro de la ducha debido a la reducida movilidad del usuario. Desde una silla con asas a un pequeño taburete, estos utensilios garantizarán que la persona pueda mantener el tipo en lo que tarda en asearse.
Estas cuatro ideas harán que la ducha de personas con dificultades o movilidad reducida sea muchísimo más segura y les permita cierto grado de independencia.
Sea cual sea el nivel de adecuación que tengáis en mente, en Jicasa podéis adquirir todo lo necesario para facilitar la vida a vuestros allegados.
¡Nuestros profesionales te darán el mejor asesoramiento!